lunes, 28 de mayo de 2012

Leovigildo Ferrer vino de Cañuelas


Leovigildo es un nombre con historia. Lo portaba un rey visigodo que reinó en la península ibérica tras la retirada de los romanos. Su voracidad guerrera lo llevó a numerosas batallas y no dudó en ordenar el asesinato de su hijo mayor Hermenegildo –luego santificado- en medio de sus luchas de conquista. Lo reivindican los ultranacionalistas españoles por su papel en la conformación y unificación del estado español, dentro del cual quedaron encerradas naciones y pueblos, como catalanes, vascos, gallegos, andaluces. Su renombre histórico habrá inspirado a Pedro FERRER para darle este nombre al hijo suyo, LEOVIGILDO, que llegaría a Capitán Sarmiento en los días fundacionales. Es citado como uno de los primeros pobladores. ¿Cuál es el origen de su familia?

Pedro Ferrer nació en el estado español, en 1820. Es posible conjeturar que pertenecía a una familia con buena posición económica, ya que el censo de 1855 –a no mucho tiempo de haber arribado- lo muestra como “propietario” en la Sección 1° de Cañuelas y en el Censo de 1869, en Carmen de Areco, figura como “hacendado”, indicador de que era propietario de una importante extensión de tierra. 

En 1855 estaba casado con una “porteña” -dice el acta-, de su misma edad, Maximina ACUÑA (en la hoja censal está escrito “Macsimina”), que en realidad era “natural del Baradero”. 

Maximina nació el 29 de mayo de 1817 y fue bautizada al día siguiente. Sus padres eran Bonifacio ACUÑA y Antonia SÉSPEDES (CÉSPEDES).
Acta de bautismo de Macsimina (Maximina) Acuña. Cliquear para ampliar.
Vivían en el hogar de Pedro y Maximina: Pedro, el hijo mayor, cuyo nombre completo era Pedro Faustino del Corazón de Jesús Ferrer, nació el 15 de febrero de 1847 y fue bautizado en Carmen de Areco el 25 de marzo del mismo año. Francisco, de 7 años; José, de 5; Rosaura, de 3, Ruperta, que tenía 5 meses y Leovigildo. 

Leovigildo, nació el 25 de abril de 1854, en Cañuelas y fue bautizado el 31 de diciembre de ese año en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, de Carmen de Areco. Fue su padrino José María Sancristóbal, un hacendado que tenía su campo pegado a las tierras de su padre, en Cañuelas.

Los Ferrer también cobijaban en su casa a Juana Acuña, hermana de Maximina. Habitaban una vivienda construida en “material”,  con techo de paja, es decir que no se trataba de un típico rancho de aquella época, lo cual indicaba una cierta prosperidad.

Pedro y Maximina vivieron en Carmen de Areco junto a la mayoría de sus hijos. En el censo de 1869, Pedro está registrado como “hacendado”, de 49 años.  Su hijo mayor, Pedro Faustino, con 23 años, es “Subpreceptor”, probablemente en la escuela que abrió ese mismo año el cura pasionista Large Michael Leahy, de la colectividad irlandesa. Otro de sus hijos, José Ferrer, de 19 años, es “administrador de sellos”. 

Rosaura (17), Leovigildo (15), Ruperta (13) y Ubaldo (12), son los otros hijos que viven con ellos. Juana Acuña, soltera y con 36 años, continúa viviendo en la casa. 

Quien no está censado con ellos es Francisco, que tiene por entonces 21 años y desarrolla actividades como “hacendado” en la zona rural de Carmen de Areco. Siete años después, será el primero de esta familia en trasladarse a Arrecifes, declarando domicilio en el Cuartel 1º. Se había casado con la arrecifeña Amalia Estrada. Precisamente, el 5 de febrero de 1877 bautizan en la iglesia de San José a su hijo José María Clemente Noé Ferrer, nacido el 23 de noviembre del año anterior. Madrina del niño fue la madre de Francisco, Macsimina (sic) Acuña, que tenía 54 años. El matrimonio sufre la desgracia de perder al pequeño, que muere de “fiebre” el 19 de marzo, con apenas cuatro meses de edad. 

El 4 de noviembre del mismo año tienen otro hijo, que es bautizado con el nombre de Carlos Francisco cinco días después. Actúan como padrinos Rosaura y Leovigildo, hermanos de Francisco, que ya están domiciliados en Arrecifes. Pero otra vez la desgracia golpea a la familia. A casi una semana de haber sido bautizado, el niño muere de “tétanos”.

Francisco Ferrer murió en 1888. 

Pedro Faustino se recibió de escribano y se casó en Carmen de Areco con Petrona ROMERO, hija de Marcelino Romero, otro estanciero de la zona. Años después enviudó y en 1895 vivía en en la ciudad de Mercedes, provincia de Buenos Aires, con Paula Rodríguez, de su misma edad (46), también viuda y de nacionalidad española.

En 1895, ya cumplidos los 75 años, Pedro y Maximina continuaban viviendo juntos en la zona urbana de Carmen de Areco. Pedro declara como actividad “martillero”, probablemente una actividad que ha desempeñado después de sus épocas de “hacendado”.  Han tenido 7 hijos y llevan 49 años de matrimonio. 

Contemporánea de esta familia Ferrer, originaria de Carmen de Areco, es el matrimonio de Bernardo Ferrer y Justa Ponce. Él es francés y su esposa originaria de los pagos de Magdalena, por lo que no tienen parentesco. Tuvieron al menos una hija, bautizada con el nombre de Alejandra en la iglesia de San José, el 15 de marzo de 1877. Ambas familias instalaron el apellido Ferrer en la zona.

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